lunes, 20 de febrero de 2017

Big Data Gurú -Terabytes de Poder-

Prólogo

Desde joven supe que lo de trabajar durante gran parte de mi vida para la misma empresa, por muy prestigiosa o grande que fuera, no era para mi a largo plazo, aunque tuviera que pasar por ello en algún momento. Siempre he respetado a las personas que dedican su vida a hacer grande el negocio de otro, pero mucho más al artesano que construye con sus manos y materializa sus ideas y al artista que expresa sus emociones a través de cualquier medio para crear una obra que le representa ante la sociedad. Tal vez por eso siempre supe que en algún momento iba a emprender el camino que lleva a construir un proyecto, cual fuese, y que mi esfuerzo y dedicación iban a ir encaminados a conseguir el mayor éxito posible. Mentiría si dijese que en la búsqueda de ese proyecto, nublado por el ansia de llegar a la meta, no imaginé escenarios que me permitieran coger el camino más corto, pero también tuve muy claro que no haría nada que tuviera un impacto negativo en la sociedad, al menos conscientemente. Tampoco se trataba de diseñar un plan maestro para salvar al mundo a la vez que me hacia rico, nunca creí en las utopías, si no más bien de encontrar un equilibrio entre construir un estilo de vida acorde con mis expectativas y no comprometer mis valores. Eso ocupó gran parte de mis pensamientos en la adolescencia y durante los años posteriores en los que me formaba como persona.
Desde que tuve la sensación que esta historia debía ser contada han sido muchos los momentos en los que me he preguntado si, de alguna manera, no iba a exponer a las personas que formaron parte de los acontecimientos o a mi mismo, pero si algo tengo claro después de todo este viaje es, que la sociedad se merece saber como se comercia con su identidad, conocer, al menos un poco, ese mercado tan oscuro de la información, de las grandes, y no tan grandes, corporaciones que almacenan, analizan y venden nuestros datos a terceros con el, dudoso objetivo, de optimizar los servicios digitales que ofertan, ya no al consumidor, si no a todos y cada uno de nosotros convirtiéndonos, lo queramos o no, en clientes potenciales. Aún así, algunos de los nombres de personas y empresas envueltos en esta historia han sido modificados con el objetivo respetar tanto su identidad como sus inversiones.
Todos tenemos claro que la información nos hace seres más completos, que definitivamente es mucho mejor estar debidamente informado a no estarlo y que el conocimiento es la herramienta más eficaz para crecer como sociedad. Pero como casi todo en este mundo incluso las cosas más positivas se suelen convertir, en algún momento, en armas de doble filo, la mayoría de veces por el uso indebido de esa herramienta o conocimiento adquirido y por personas, como nosotros, que en algún momento toman la decisión de utilizar en su propio beneficio esa herramienta. En algunos la mayoría de casos no nos paramos a pensar en la repercusión que nuestras decisiones pueden tener en el resto de personas, o en la sociedad en general, tal vez tengamos un mecanismo interno que nos impide juzgarnos a nosotros mismos con una mirada crítica y objetiva en el momento en el que se nos presenta “la gran oportunidad”. Por mi experiencia se que las grandes oportunidades vienen acompañadas de un gran riesgo y que en la mayoría de casos es la capacidad de enfrentarse a ese riesgo la que, en gran medida, va a definir el resultado de nuestras acciones. Esta es la historia de los riesgos que decidí asumir para conquistar mis propósitos....


Proximamente .....   Marzo 2017